29 febrero 2008
El infierno del Coll del Cantó
24 febrero 2008
Raquetas de nieve hacia l'estany d'Estanyó
Este otro video muestra la ascensión y esos momentos en que,
sin querer, no pensamos en nada, sólo en seguir hacia arriba.
En la siguiente imagen estamos muy cerca del estany.
No se ve porque no está. La nieve lo llena todo.
Ahora una foto estudiando lo hecho al lado de l'estany que tampoco está. Vaya.
Y este de ahora es un video del descenso, en el que
nos echamos unas risas jugando como niños a tirarnos por la nieve...
22 febrero 2008
"Mujeres sin nombre", de María Mora Sesma, Primer Premio de Narrativa de Llíria
En la actualidad estamos negociando los derechos con la autora para incluir la obra aquí, ya que es un relato breve y muy interesante.
19 febrero 2008
"¡¡ SOMOS RICOS, RICOS !!", por Jordi García Pallás
Corría, corría y corría todos los días, hasta que pensé porque no aprovecho toda esta fuerza para prepararme la maratón. Y siguiendo una planificación, a la que me ayudo una gran amiga, Ana Casares, y mis compañeros de entrene Leticia y Pedro, pues me metí de lleno a por la maratón.
Después de todo, aun a pesar de que el día de la maratón tienes muchas emociones, sin duda alguna me quedo con todos los meses de entrenamiento. Preparar una maratón requiere entrenar prácticamente todos los días y hacer un gran volumen de kilómetros, y cada día es diferente, siempre encuentras algo nuevo en la sesión que te ayuda a mantener la motivación, los compañeros, el entorno, retos personales, un montón de cosas. Hacer todo esto te hace sentir que eres profesional. En este sentido todo es fácil.
La verdadera dificultad esta en dónde meto las sesiones de entrenamiento en mi agenda personal. Pues hay que organizarse muy bien para poder cumplir con todo, a lo que yo llamo mantener el equilibrio entre familia, trabajo, estudios y entrenamientos. Y en este sentido quiero dar las gracias a mi familia y en especial a mi novia, Isa, que sin ella no podría ser el loco que soy, sin ella no existiría ni estudios, ni retos personales, lo que se resume en mis ilusiones. Gracias.
La semana antes de la carrera ya esta todo el trabajo hecho y lo que hay es lo que hay, o sea que tranquilo y a descansar esperando el día de la carrera. Lo que implica entrenar poco y darle vueltas a la cabeza mucho, llegaré, lloverá, si voy a 5 llego en 3:30’, venga sacar cuentas hasta que al final te plantas y piensas en mantener tu ritmo en 155-160 pulsaciones y que sea lo que dios quiera.
El día de la carrera suben las emociones, duermes poco pensando en cómo saldrá todo pero estás descansado después de no haber pegado ni chapa en toda la semana. Te levantas de la cama y empieza el ritual que llevas ensayando durante toda la preparación. Súper desayuno 3 horas antes de la carrera, bebidas de hidratos a saco, gel en la pantaloneta en los bolsillos improvisados que cosí, venga mear de nervios y de todo el liquido que bebes y a la línea de salida.
Media hora antes, últimos preparativos, pulsómetro, dorsal, chip, vaselina y suena el teléfono, David Molina, que dice que le apetecía venir a correr por lo menos media maratón acompañándome, pues otro loco más que se suma a los 3.000 y pico.
Se da la salida, muy guapa, globos, música, toda la gente aplaudiendo y traca valenciana, los pelos como escarpias y en una pequeña nube vamos los primeros kilómetros.
Como un reloj todos los kilómetros rondando los 5’/km, un poquito subido de pulsaciones mas cerca de 160 que de 155 me mosquea un poco, y con un dolor en el muslo izquierdo que venia conmigo desde el día anterior, surgen dudas, pero para adelante. Ritmo muy cómodo que te permite charlar con los compañeros y gastar bromas, tirar piropos a las chiconas que están en el público, de todo un poco. Pero cuando van aumentado los kilómetros ya no resulta tan cómodo hasta que llegué a las famosas cuestas que cuando las vi, me cagué en ..., en el kilómetro 35, con las piernas reventadas y sufriendo mucho para mantener el ritmo. En la primera cuesta una chica del público ve que estoy sufriendo para subir y se pone a correr conmigo animándome hasta que llegamos arriba, qué grande.
A partir de aquí, en el 36, pienso en mi madre y me salen alas, de repente mis piernas resucitan, sacan un poquito de energía y me empujan hasta el 39, pero no puedo más, dolores por todos lados, incluso flato yendo a 5’ 30’’ qué fuerte, me pongo a andar unos metros y vuelvo a correr, así tres veces hasta que llegué al 41 que con el ánimo de la gente y viéndote en el estadio pues vuelven a salir alas y acabas como si hubieras batido el récord.
La llegada, muy especial, mi familia en la curva del estadio en la grada pegando botes de alegría, dedicatoria a mi mami y un llorico. Fantástico.
Una vez ha acabado todo y la sangre abandona las piernas y vuelve a subir al cerebro, pienso fríamente y recuerdo una anécdota que en un principio no entendí pero ahora lo comprendo todo. Allá por el kilómetro 23 había un hombre minusválido en una silla de ruedas con un megáfono animando como un loco, que gritaba ¡ánimo, ánimo!, ¡Sois ricos, ricos!
Y esta historia acaba recordando que ¡somos ricos! Por poder hacer todo lo que hacemos y que muchas veces no nos paramos a pensar en esta clase de detalles.
Un abrazo a todos y muchas gracias por animarme y aguantarme.
Jordi García Pallás
La maratón, por José Vicente Belda
17 febrero 2008
Mis héroes: Jordi, Belda, José Titaguas y Zori
Puesto: 1.515
Tiempo a mitad de carrera: 1:46:20
Puesto: 2.131
Tiempo total: 3:53:54
Tiempo a mitad de carrera: 1:57:34
Puesto: 944
Tiempo total: 3:22:19
Tiempo a mitad de carrera: 1:38:34
Puesto: 999
Tiempo a mitad de carrera: 1:31:48
12 febrero 2008
Quebrantahuesos y Marmotte: Objetivos de 2008
El primer perfil (si se hace click sobre la imagen debe salir ampliado) y más cercano en el tiempo es la Quebrantahuesos. 205 kilómetros y cuatro puertos del pirineo aragonés y francés. Somport, Marie Blanque, Portalet y Hoz de Jaca. Dura de narices. En esta imagen teneis el perfil marcado en rojo y la velocidad de un tipo que la hizo marcada en negro. Le doy las gracias.
El segundo perfil a mí personalmente me asusta más. Es la realidad y el miedo de lo desconocido. Alpes franceses, ambiente Tour por triplicado. La muerte de un ciclista, la bomba, el éxtasis. Dejaros de tonterías, no estamos locos, el Glandon, el Galibier y el 'extra-point' del Telegraphe, y Alpe d'Huez para rematar. Bestial. Menos distancia que la Quebrantahuesos con poco más de 170, pero aparentemente, y seguramente cierto, mucho más dura. Es decir, que mentaremos aquí al capitán Alatriste y diremos aquello de "habrá que matar, y mucho". La sangre, me huele, llegará al río. Lo contaremos. En el siguiente link, cortesía de Alberto, tenemos más información sobre estas y otras locuras: http://www.arueda.com/cicloturismo/reportajes/el-dia-de-la-marmota.html
Que dios, o quién se precie, no nos pille con los calzoncillos por los tobillos. Hay que estar preparados. Kilómetros, kilómetros, kilómetros, kilómetros, kilómetros, kilómetros, kilómetros y, sobre todo, mucha paz. ¡Salud!
08 febrero 2008
La minivuelta al país
Pero la pista era estupenda salvo esos pequeños tramos. Otro ejemplo:
Y bueno, al final coroné. Desde la cima del coll de Beixalís se ve la zona del otro valle. Las montañas blancas, blancas, y la obertura del cielo. El descenso por aquella parte del valle me daba miedo por si había hielo, pero me encontré en zona de solana y con una carretera, ya no pista, perfectamente asfaltada en intensa bajada hasta Anyòs.
Desde Anyòs cogí la carretera general que baja a Andora la Vella. Allí llegué al pabellón de fútbol sala y jugué un ratillo, por no decir que engañé trotando y de portero, con los periodistas de Andorra, que suelen quedar los miércoles a las 14:15 a jugar. Tras el breve partidillo que me dejó secuelas una semana en las articulaciones poco acostumbradas a los deportes de contacto, me fui a un parque, al sol, a 20 grados, de lujo, y me zampé dos sandwinchs que llevaba, una manzana y una coca-cola. Ligero de peso, en la mochila pero no en el estómago, me fui para subir hacia Serradells, la Comella y Engolasters. Desde allí hay otro punto de vista del valle de la capital.
Este es un puerto que no diré duro, pero es muy, pero que muy largo. En tiempo fue casi dos horas de remar y remar sin parar. Se me hizo eterno. Pasas por una zona industrial muy fea para luego ir cruzando alguna urbanización de full-equip, y luego ya zonas más apartadas como el lugar de la siguiente imagen, en la ermita de Sant Miquel d'Engolasters, prueba de que me acercaba (pero no llegaba) al lago d'Engolasters.
Superada la ermita, las rampas y más rampas interminables llegué, por fin, al lago. Lago helado. Allí, con la amenaza de la puesta de sol encima de mí, dediqué las últimas palabras antes de coger la recta del paseo de Engolasters que habeis visto en la primera foto y luego bajar raudo a casa, para descansar hasta la próxima.